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25 DE MAYO Y 1 DE JUNIO DE 2025 ALABAR A DIOS ES UN ARMA PODEROSA PARA EXCLUIR LA ESQUIZOFRENIA |  LA LECTURA BÍBLICA SELECCIONADA DE ESTA SEMANA ES HECHOS CAPÍTULO 16: Versículos clave 22-34: Pablo y Silas en prisión: La multitud se unió al ataque contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después de haber sido severamente azotados, los metieron en la cárcel, y el carcelero recibió la orden de vigilarlos cuidadosamente. Al recibir estas órdenes, los metió en la celda interior y les sujetó los pies en el cepo. Cerca de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás presos los escuchaban. De repente, se produjo un terremoto tan fuerte que los cimientos de la prisión se sacudieron. De inmediato, todas las puertas de la prisión se abrieron de golpe y las cadenas de todos se soltaron. El carcelero se despertó y, al ver abiertas las puertas de la prisión, desenvainó su espada y estuvo a punto de suicidarse, pues pensó que los presos se habían escapado. Pero Pablo gritó: "¡No te hagas daño! ¡Estamos todos aquí!". El carcelero pidió luces, entró corriendo y se postró temblando ante Pablo y Silas. Luego los sacó y les preguntó: "Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?". Ellos respondieron: «Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu familia». Entonces les anunciaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. A esa hora de la noche, el carcelero los tomó y les lavó las heridas; inmediatamente él y toda su familia fueron bautizados. El carcelero los llevó a su casa y les ofreció una cena; estaba lleno de alegría porque había llegado a creer en Dios, él y toda su familia.  Cuando la esquizofrenia ataca, normalmente anuncia el inicio de la desintegración de la personalidad, acompañada de un estilo de vida encarcelado. La buena noticia es que Jesús puede rescatarnos de ambos. Él es la única esperanza de escapar de una poderosa atadura mental que de repente nos lleva a todos a una vida de supervivencia. Es completamente desconcertante saber qué hacer o adónde recurrir. Como creyente en Jesucristo, cuando llegó el rayo espiritualmente oscuro, el único refugio seguro donde refugiarme fue Jesús mismo. Él se acercó. Con la mente nublada y abrumada por una atadura tan pesada, me entregué por completo a su ayuda. ¿Puedo hablarles de la fidelidad de Dios al protegerme y fortalecerme a través del laberinto demoníaco de la esquizofrenia, para finalmente concederme su poder y liberarme? ¡Espero que contarles mi historia inspire y fortalezca su fe, y finalmente los conduzca a la libertad total! Mi testimonio gira en torno a JESÚS. Sin su gracia y poder, jamás habría sobrevivido 26 años de infierno mental. A JESÚS le corresponde toda la gloria, todo el honor, todo el poder y toda la alabanza. Él es digno de recibir adoración incesante. Salí adelante no con ejército ni fuerza, sino con el Espíritu de Dios (véase Zacarías 4:6). Cuando a menudo llegaba al límite de mi resistencia humana, «la entrega plena de mi Padre apenas había comenzado». La verdad y el consuelo que puedo transmitirles hoy es que Jesús es el Gran Libertador de la esquizofrenia. La verdadera libertad, con las puertas de la prisión abiertas de par en par, solo se encuentra en Él. Lo que Él hizo por mí, también lo puede hacer por ustedes. Estoy muy agradecido con Dios por haberme permitido atravesar aguas turbulentas para ser una fuente de consuelo e inspiración para otros. Nunca habría conocido la realidad de este precioso versículo escrito por el apóstol Pablo y encontrado en 2 Corintios, capítulo 1, si no hubiera experimentado vivir con «esquizofrenia interna» y ser liberado por Jesús: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que con el mismo consuelo con que somos consolados por Dios, también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación.” El Señor me recuerda a menudo que me trajo para que alumbrara al mundo como faros de esperanza para la liberación y sanación de la esquizofrenia. Comprendo que esto debe hacerse en ausencia de una luz clara y fuerte que brille desde su iglesia universal. Cuando se canta en la iglesia el coro para la gloria de Jesús: «Ilumina tu luz, que todo el mundo la vea», respondo con un sincero «Amén». Iluminar con la verdadera luz de la esperanza a un mundo donde al menos una de cada cien personas en cada país está esclavizada por la esquizofrenia es un verdadero privilegio. Cada persona que sufre de esquizofrenia necesita el poder de Jesús para liberarse de la atadura demoníaca. Una vez oré: «Señor, no me importa lo que cueste, quiero seguirte». Lo decía en serio, sin comprender la angustia que seguiría a semejante oración. La dura prueba y el sufrimiento eran indescriptibles, pero Jesús no permitió que la oscura presión me consumiera durante tantos años. Sabía que luchaba por su libertad en mi vida y me ayudó a mantener la confianza en él para que me ayudara a salir adelante. Él me ayudó a salir adelante y también te ayudará a ti. ¡Mi historia gira en torno a él y a lo que él, como Dios, puede hacer! ¿Qué mayor alegría puede tener un ser humano que encomiar a un Dios tan personal, Salvador y Poderoso Libertador, tan lleno de amor y poder? Hoy, puede que estés en medio de una lucha constante contra la esquizofrenia y, para decirlo claramente, ya has tenido suficiente. Sé lo que quieres decir. He pasado por eso. En este momento no ves ninguna esperanza y dudas si la vida cambiará alguna vez. AHORA es el momento de confiar en el Dios de la esperanza, quien puede llenarte de alegría y paz al confiar en Él, para que reboses de esperanza por el poder del Espíritu Santo (ver Romanos 15:13). La esperanza que Jesús da es ESPERANZA REAL. ¡Confía en Jesús! Él es un ancla fuerte que guardará tu alma en tu lucha por la libertad. Recuerda que en tu trato con Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, nada es imposible. Pero quizás digas: «Mi vida ha cambiado drásticamente y he estado así tanto tiempo que no veo que las cosas mejoren». Jesús tiene la clave para sacarte de la prisión. ¿Puedes creerlo? «Pero mi situación es tan desesperada», quizás digas, «que no podría empeorar». Jesús conoce hoy tu situación, la soledad y los desafíos que enfrentas, las dificultades y decepciones que llevas solo, y la derrota presente en tus pensamientos. Él conoce todas tus penas... y se preocupa más de lo que jamás imaginarás. ¡ ÉL PUEDE ACABAR CON ESE SÍNDROME DEMONÍACO EN TU VIDA! ¿Cómo empiezas a experimentar un cambio en lo que crees posible? Abordamos la importancia de tu propia fe en Jesucristo en otros animadores semanales, así como en cristianos que buscan ayudar a otros creyentes con esquizofrenia a superar la esclavitud. Cuando cuidadores, ayudantes, feligreses y amigos creen firmemente que Jesucristo es la solución a la esquizofrenia y dedican sus esfuerzos a ayudarte a alcanzar la libertad, ¡es un apoyo invaluable! La necesidad de creer en Jesús para su liberación y sanación es, por supuesto, de vital importancia para todo cristiano que sufre de esquizofrenia. Ninguna condición pone a prueba la fe y trata de expulsarla tanto como la fuerza de un espíritu demoníaco que siembra, entre otras cosas, un montón de mentiras y engaños en tu mente mediante voces acosadoras. La fe es un recurso para vencer la esquizofrenia que no debes perder. Considérala, como dice la Biblia, algo "precioso" (2 Pedro 1:1). Cuando la fe vive en tu corazón, te trae confianza en Dios, lo que hace que la oración no solo sea posible, sino también efectiva. La oración es una obra de fe. Cuando tus oraciones están llenas de fe, es cuando las cosas empiezan a suceder a tu favor. Un pasaje bíblico que memoricé al principio de mi esquizofrenia fue: «Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe» (1 Juan 5:4). La verdad de ese versículo me atrapó en momentos en que me sentía totalmente desconcertado y no podía comprender mi capacidad de razonamiento. Sentía una presencia y una presión demoníacas en mi mente que siempre me atormentaban con malas insinuaciones, y la única manera de hacerlo era resistir y aferrarme a Jesús mediante un salvavidas bíblico. Pero también había otra arma que Dios puso en mi arsenal combativo para resistir y oponerme a los espíritus demoníacos de la esquizofrenia, el espíritu religioso y el suicidio: la alabanza a Dios. Esta arma también está disponible para ti, y es muy poderosa. Solía encontrar gran consuelo en la promesa de Jesús de que nadie podría quitarme el gozo que Él pondría en mi corazón al conocer el poder del Espíritu Santo (Juan 16:22). Cada vez que alababa a Dios, parecía sentir libertad y una mayor confianza en el Salvador que amaba. Al alabar a Dios, te enfocas solo en Él, y entre los resultados que obtienes está que te acercas más a Dios, su libertad toca tu vida y percibes algo de la grandeza de Dios. ¡Descubrirás que esto es cierto si comienzas a alabar a Dios! Tu espíritu se ensanchará al magnificar a Dios. Canta himnos de alabanza a Dios y permite que las fuertes y poderosas verdades que se encuentran en las declaraciones a Dios en la Biblia resuenen en tu boca y en tu corazón. Reforzarán tu confianza en la grandeza del Dios en quien confías para que te saque de la esquizofrenia. La alabanza infunde una sensación de victoria en tu espíritu, aunque tengas que perseverar hasta que llegue. Creer en una promesa como: «Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros?» (Romanos 8:31) te eleva por encima de las batallas, a la perspectiva del trono de Dios. Incluso en medio de la pesadez y el desánimo de la esquizofrenia, es posible tener la convicción en tu espíritu de que la alabanza sigue funcionando, incluso cuando la oración parece no tener éxito. Recuerdo bien haber descubierto el poder de la alabanza en mis primeros años de esquizofrenia, cuando no podía superar los espíritus depresivos que me atormentaban y me acosaban con sugerencias de suicidio. Cito de mi libro, "Esquizofrenia Derrotada", capítulo 4, sobre un incidente en el que Dios acudió en mi ayuda en un momento de absoluta desesperación. Subí directamente a la habitación de nuestra casa y comencé a buscar la ayuda de Dios de todas las maneras imaginables, en un intento por liberarme. Hojeé las Escrituras ansiosamente buscando inspiración para orar. Clamé a Dios pidiendo ayuda para deshacerme de este enemigo interior que parecía inquebrantable. Debió de ser una lucha que duró dos horas, durante las cuales escuché claramente al demonio suicida susurrar: ¿Por qué no te tiras al Dearne? ¡Pronto se acabará! El río Dearne estaba a poca distancia y tenía una imagen mental de un lugar específico mientras el demonio hablaba. Seguí luchando, reuniendo toda la fuerza espiritual y la oposición que pude de la palabra de Dios, repitiendo las Escrituras rápidamente mientras la batalla se intensificaba para apoderarse de mi mente. Entonces, de repente, se me ocurrió empezar a hablar en lenguas y luchar contra los espíritus malignos con esta estrategia desconocida que los demonios son incapaces de comprender y afrontar... ¡Qué gran provisión de Dios iba a ser! Empecé a hablar en lenguas muy quedamente, consciente en todo momento de la batalla contra el espíritu suicida que rugía en mi mente. Solo después de unos quince minutos, cuando la fuerza de mi voz aumentó, me di cuenta de que el poder del Espíritu Santo que moraba en mí empezaba a dominarme. Me puse de pie, caminé por todo el dormitorio hablando tan fuerte como pude. El gozo de la victoria inminente comenzó a tocar mi vida al darme cuenta de que mi querido Jesús había entrado para librar la batalla. Cuando me aseguraron que Dios me había dado la ventaja y que el ataque satánico había remitido, comencé a alabar a Dios en lenguas por la victoria. Sin embargo, el demonio del suicidio no fue expulsado ese día, y reapareció con fuerza años después. Solo Dios conocía la desesperación de ese día; las meras palabras no pueden expresar la lucha interna que sobrevino. La alabanza es el arma del Espíritu que a menudo libera a una persona. La oración y el ayuno pueden contribuir en gran medida a preparar el camino para la liberación, pero la alabanza tiene el poder de quitarle la iniciativa a Satanás. La Biblia dice que Dios habita en las alabanzas de su pueblo. Sin duda, necesitamos el poder de su presencia para ver a Satanás resistido y obligado a huir. Satanás no soporta que se alabe a Dios, ¿lo sabes, verdad? La alabanza es un arma eficaz para asegurar tu liberación y sanidad. Así que empieza a usarla para glorificar al Dios cuyo Nombre es digno de alabanza, y en cuyas manos está el poder de lograr grandes liberaciones y sanidades al recibir y usar su autoridad y poder para su gloria. El poder que Dios liberó para expulsar toda presencia demoníaca, incluyendo el nido asociado con la esquizofrenia, fue parte del triunfo de Jesucristo en la cruz cuando derrotó a la muerte, a Satanás y al reino de las tinieblas por ti. Mediante su gran sacrificio, se aseguró de que tu vida fuera ahora tuya para vivirla, ¡para su alabanza y gloria!
Para recibir más ánimo con respecto a lo que el Señor Jesucristo puede hacer a través del poder de ser alabado, haga clic aquí para leer el relato de cómo me liberó y me sanó de 26 años de esclavitud por la esquizofrenia el Primero de Mayo de 1990: Liberado y sanado en minutos – Extracto del capítulo 9 de Esquizofrenia derrotada El propósito de dar a conocer las buenas noticias de sanidad y liberación durante los últimos 15 años es destacar la esperanza prometida que existe al confiar en el Señor Jesucristo para vencer la esquizofrenia. Nuestro Encourager semanal que abarca desde 2010 hasta finales de 2023 contiene consejos bíblicos, perspectivas y ayuda comprobada diseñada para brindar aliento a quienes, como usted, luchan por la libertad tan ansiada. Desde 2023 hasta el día de hoy, continuamos declarando en el Freedom Encourager quincenal la confianza y la certeza de que el Señor Jesucristo ha provisto a través de Su presencia viva, el Espíritu Santo, el poderoso poder liberador para romper la fortaleza de esta complicada esclavitud satánica. Que Él le provea abundantemente todo lo que necesita para salir de esta prisión hacia Su gloriosa libertad y la maravillosa comunión con Él. ¡ÉL ES CAPAZ!
No dejes que mi consuelo se extraiga más, De mi frágil abrazo a Ti. ¡En esto solo regocíjate con asombro, TU PODEROSO APOYO DE MÍ!
John Campbell Sharp (1819-1885) | | Y cada virtud que poseemos, Y cada conquista ganada, Y cada pensamiento de santidad, SON SOLO SUYOS.
Harriet Auber (1773-1862) | No a nosotros, oh SEÑOR, no a nosotros, sino a tu nombre sea la gloria, por tu amor y fidelidad.
Salmo 115, versículo 1 SI NUNCA HAS INVITADO A JESUCRISTO A TU VIDA, Y LO DESEAS, REZA LA SIGUIENTE ORACIÓN CON TODO TU CORAZÓN: “Señor Dios Todopoderoso, me acerco a ti en el nombre de tu Hijo, Jesucristo. Sé que he pecado en mis pensamientos, palabras y acciones. Hay tantas cosas buenas que no he hecho. Hay tantas cosas pecaminosas que he hecho. Realmente lamento la pecaminosidad en mi vida, pero sobre todo reconozco el pecado que me separa de ti. Acepto la muerte de Jesús en la Cruz para redimirme y extender el regalo de la vida eterna. Con gratitud, les devuelvo mi vida como ahora les pido que entren en mi vida. Entra como mi Salvador y Señor y límpiame. Entra como mi Señor para controlarme. Ven con la fuerza de tu gracia y el poder de tu Espíritu para derrotar al espíritu maligno de la esquizofrenia que me preocupa. Ahora que has liberado mi espíritu, derrama tu poder sanador y liberador en mi vida mientras tomo autoridad en el nombre de Jesús a través del poder de su sangre sobre la fuerza intrusa. Afirmo su propiedad de mi vida y me resisto a cualquier derecho legal que el diablo busque ejercer sobre mi vida y vendar y expulsar cualquier presencia maligna. Creo que mi mente puede ser completamente libre y toda mi vida disfrutar de la total libertad de Jesús. Amén". Creo que mi mente puede ser completamente libre y toda mi vida disfrutar de la total libertad de Jesús. Amén". Creo que mi mente puede ser completamente libre y toda mi vida disfrutar de la total libertad de Jesús. Amén". CAPÍTULO 9 - LIBRADO Y SANADO EN MINUTOS Aunque no lo sabía, la batalla final en contra de los poderes de la oscuridad había empezado. Su deseo de destruirme después de 26 años estaba próximo a ser derrotado. Empecé a sentir un dolor constante en mi rodilla derecha tan severo a veces que casi no podía caminar. Discerní que los demonios estaban allí.
Parece extraño que la causa de mi esclavitud mental se encontraba tan lejos en mis extremidades, pero esto fue evidencia de cuán largo había sido el tiempo que ocupaban mi vida y cuán profundamente estaban acomodados. La historia de la mujer encorvada en el evangelio según San Lucas capítulo 13 confirma que el dolor físico puede ser causado por espíritus de las tinieblas.
El dolor estuvo presente una noche cuando visité la tumba de mi padre en el cementerio de Anston del Sur; inmediatamente que entré al lugar, sentí tanto dolor con tanta intensidad que parecía que la sirena de una ambulancia había sido prendida.
Tina se mantenía en la lucha por mi libertad y buscó la ayuda de su equipo de intercesores. También se contactó con Bruce Hunt, quien estaba involucrado en consejería cristiana, y quien vivía en Worksop.
Él fue de mucha ayuda en discernir mi problema y le dijo a ella que mi mente era parecida a un calabazo con muchas divisiones cada una con su propio postigo.
La visión doble significa lo real y lo ficticio donde no hay manera de elaborar y entender la vida cotidiana. Algunas de estas divisiones se cierran desde abajo y esto es lo que esta causando la confusión, decía Bruce.
Un paso gigante hacia la destrucción de los poderes de las tinieblas se tomó un fin de semana de oración y ayuno en marzo de 1990. Juntas, Tina y Joan Clark hicieron un gran avance durante esos dos días; no solamente el Señor dio respuesta para otras personas sino que también dio luz sobre ataduras en la vida personal de ellas, las cuales fueron rotas.
Tina me contó que en el tiempo de oración por mí, tomaron la promesa de Isaías 45:2. Pidieron al Señor que quebrantara las puertas de bronce y que hiciera pedazos los cerrojos de hierro que estaban alrededor de mi mente. La esperanza les llegó a las dos juntas y Tina observó:
Cuando todo esto está quitado, el Señor te puede mostrar paso a paso (y esto llevará tiempo) las áreas en las cuales tú necesitas liberación. Presenta esto delante del Señor. Siempre Joan y yo estaremos orando. Quiero que tú sepas que yo te estimo y te amo y continuaré firme en oración por ti. La verdad es que estoy comprometida en oración por ti y seguiré en contacto contigo. No importa lo que tú piensas o creas, debes saber que estoy orando. Tú eres hermoso y un día creo que tú florecerás. Mantengamos en contacto. ¿En que otra manera puedo orar por ti? No sé cual será el plan de Dios para nosotros pero el Señor sí sabe. Alabémoslo a Él.
Los resultados de este tiempo de oración se pueden ver en que yo sentí el deseo de escribir al señor Peter Horrobin, director del ministerio “Ellel” en Lancaster en el norte de Inglaterra. (Ministerio que ejerce sanidad interior a nivel mundial). El 9 de abril de 1990, le pedí “que considerara en oración un caso urgente para sanidad, consejería y liberación”. Tina también le había escrito comentándole mis problemas.
El escrito fue de cuatro páginas tamaño carta y demoré un día en completarlo. Le di las gracias al director por el privilegio de estar en la conferencia en Brighton y de haber recibido la enseñanza y la ministración. Le detallé como había sido mi relación con Dios desde la edad de 14 años y enfaticé que yo sabia que no estaba libre. Lo que deseaba era la verdadera libertad en mi vida.
Después al repasar mi carta me di cuenta que tenía un error: cuando Dios me habló en mi habitación en 1988 y dijo “basta ya”, no fue un tiempo de sanidad y liberación sino más bien el tiempo que Dios quería que descontinuara el medicamento psiquiátrico y dejara de trabajar como periodista en mi tiempo libre y hacer de la oración mi prioridad. Fue una promesa de mi libertad futura.
En la carta expresé la importancia del gran avance que ocurrió después de los cuatro días de batalla en oración contra las fuerzas de Satanás.
Escribí:
Siento, (por falta de una mejor palabra) que mi libertad esta restringida. Aunque el Señor me ha devuelto mi vida normal en muchos aspectos, siento una falta de energía porque hay una venda alrededor de mi mente. Esto me impide ser productivo o de vivir y disfrutar de Dios porque es una enfermedad constante. Tengo metas que cumplir en el Señor y quiero quitarme de encima esta molestia persistente. Siento que con la consejería y la oración y con una palabra del Señor seré libre y todos verán mi testimonio.
Pueda que me falten algunas cosas pero este es el motivo de escribir. Mi necesidad de libertad es tan importante que estoy dispuesto viajar lo más pronto posible. Regresar a la salud mental completa depende mi matrimonio con Tina, aunque nuestra relación ha sido siempre dirigida por la voluntad de Dios. Espero su respuesta con mucha anticipación.
Muy pronto el señor Horrobin respondió, para decir que me podía ministrar a final de mayo de ese año. Mi ánimo subió cuando recibí la carta, aunque cuando ya llegó el momento de hacer el viaje Dios había obrado y me había respondido a las muchas oraciones y súplicas trayendo mucha sanidad y liberación.
Una semana antes de mi liberación y sanación completa, recibí una carta de Tina que me animó mucho, mientras estaba en lo que yo titulaba “la recta final de una lucha muy larga”. Ella escribió:
Aunque te sientes cansado y aun bombardeado en tu mente, realmente es una buena señal. El diablo sabe que tú estás a punto de lograr algo muy grande. Sin embargo, Dios no quiere que tú te quedes sin energías antes de ir a Ellel. Entonces tenemos que derrotar las tácticas de Satanás que quiere que tú quedes exhausto para que no puedas recibir la ministración de liberación. Bueno James, tú estás al lado de la victoria. Satanás esta derrotado y no tiene derecho de molestarte tanto. Durante los últimos días me he sentido bastante oprimida y cansada pero hoy me siento mejor. Estoy en guerra y tomando autoridad sobre los poderes de las tinieblas que están tratando de destruirte.
Llámame a cualquier hora cuando quieras hablar y me cuentas que es lo que estás enfrentando, ¿O.K? Sé que tienes que poner cuidado al recibo del teléfono.
No vayas a ayunar por ahora; por favor no lo hagas por más que te sientes tentado. Claro hay momentos para ayunar y orar pero el tiempo no es ahora. Si sientes la necesidad de pasar tiempo excesivo en oración entonces solo ALABE, ALABE, ALABE, ALABE (esforzando tu voluntad en ALABAR) y encontrarás que los obstáculos o lo que venga, pasarán. El diablo odia LA ALABANZA.
Por favor, disfruta tus tiempos de descanso, sal a caminar, come algo rico y juega dominó. Aunque no sientas deseos, disfruta algo que te guste hacer que tiene que ver con la vida común y corriente. No permitas que el diablo te distraiga, resiste a través de la ALABANZA. Creo que los cerrojos se quebrantarán por medio de la ALABANZA PERSISTENTE; no permitas que tus sentimientos lo dirijan. Tienes que ejercer tu voluntad.
Aquí termina mi sermón; si puedes, escribe cada día un poquito de lo que estás experimentando. Esto les ayudará a los consejeros del ministerio Ellel para que te ministren a ti.
El gran día cuando fui puesto en libertad, era un día asoleado, un día festivo de mayo de 1990. Para mí, fue un día de libertad gozosa por medio de liberación y sanidad. Siendo un día tan hermoso, Tina y yo salimos para las colinas de Clent, nuestro lugar preferido para caminar y conversar.
A medida que fuimos caminando, Tina me dijo que mi problema era de esquizofrenia. Lo dijo en una manera tan natural, pero tan pronto que lo dijo, el Espíritu Santo me dijo -Es correcto. Eso es lo que es. Por primera vez yo estaba de acuerdo con ella.
Era como si la luz y la verdad del Espíritu Santo hubieran iluminado mi mente por primera vez y yo me podía ver como realmente era. Yo no tuve desacuerdos ni oposiciones, simplemente acepté lo que ella me dijo. La revelación, por fin había penetrado a mi mente.
Llegando a la casa de ella me sentí dirigido a pedir si podíamos pasar un tiempo en oración juntos. Fue un tiempo de intercesión agresiva durante el cual el Señor me llevó hacia el cielo con ruegos poderosos. Yo le dije a Dios que tenía mucha ira con el enemigo de mi vida por haber intervenido durante todos estos años. Fueron peticiones junto con un clamor desesperado de ayuda. Era tan urgente y tan real para mí, que le dije a Tina que se callara un momento, porque sentí que realmente estaba hablando con Dios y para mí era muy importante descargar mi corazón y compartir mi necesidad.
Salí de esa oración con más fuerzas que cuando entré, pero también recibí una seguridad del Espíritu Santo que ese mismo día el poder malvado iba a ser echado fuera y yo seria libre.
Veía que Tina estaba cansada como muchas veces le había visto durante ese largo tiempo que me había ayudado con tanto cariño. No pensé en pasar más tiempo en oración y decidí salir para mi casa en Chesterfield.
Nos despedimos cariñosamente en la estación de New Street Station en Birmingham. Yo estaba muy deseoso de leer un libro que se llama “Cerdos en la Sala” escrito por Frank e Ida Mae Hammond. Leí como los espíritus de las tinieblas pueden entrar a nuestras vidas por medio de un descuido o por meterse en las ciencias ocultas. Entran como cerdos en nuestras casas, y en la mejor sala se acomodan allá con toda su suciedad. Pasé el tiempo mientras esperaba el tren, pidiendo al Señor un puesto tranquilo para poder leer durante el viaje.
Encontré un lugar en la parte de adelante del vagón. Mi confianza aumentaba al leer el capitulo sobre esquizofrenia y luego leí dos capítulos más. Realmente creía que Dios no solamente era capaz de deshacerme de esta presencia demoniaca, sino que me iba a mostrar como hacerlo a solas.
Al llegar a casa, la experiencia de la anticipación de mi libertad tomó mi vida. El hecho que yo nunca había echado fuera un demonio, ni de mi vida, ni de la vida de otro, no era ya importante. Yo le entregué todo el asunto al Señor y le dije -Señor tú me vas a tener que ayudar porque esto de sacar demonios es nuevo para mí.
El camino a seguir me llegó instantáneamente cuando Dios me contestó: -¡Dinamítalos! Eso fue el mensaje de inspiración que llegó a mi mente El Señor había dado la dirección como proceder, entonces volteé el sofá hacia la ventana para darme privacidad. Como Satanás y sus demonios detestan escuchar cuando Dios es alabado y adorado, nos parecía al Espíritu Santo y a mí que la mejor manera de seguir era declarar en alabanza Quien estaba en el trono de mi vida y Quien tenía el derecho de ser el Dueño de ella.
Dirigiéndome a la presencia maligna en mi vida, dije: -¡Le voy a dinamitar!
Entonces con un casete de coros de alabanza que habíamos copilado en mi iglesia Zión Asambleas de Dios, me senté en el sofá y descansé mi pierna derecha descalza sobre una silla. Desde la grabadora toqué alabanza triunfante lo más duro posible dirigiéndola hacia el área en mi rodilla derecha donde podía sentir el calambre. En el tren, el poder que siempre producía el calambre se había mermado durante la lectura del libro.
Cuando el casete de duración de 20 minutos llegó al coro “Jesús, a Tu Nombre doblamos las rodillas” pensé que era de un significado importante. Me incliné y me dirigí al demonio en mi pierna derecha. Le dije: -¿Lo oyó espíritu de esquizofrenia? ¡Arrodíllese a Jesucristo!
Luego me recosté y seguí esperando en el Señor hasta que se terminó el casete. Luego apagué la grabadora y empecé con la ayuda del Señor a desafiar los derechos legales del demonio en mi vida. Clamé la Sangre de Cristo y tomé el señorío de Cristo sobre mi vida diciendo a los demonios que no tenían ningún derecho legal estar en mi vida porque Jesucristo de Nazaret había muerto por mí. Declaré que ellos habían sido “cerdos en la sala” de mi vida por demasiado tiempo y que ya se tenían que ir. Yo le ordené al demonio de esquizofrenia que saliera de mi vida y se fuera al lugar seco y éste SALIÓ.
¡Gloria a Jesús! Habían dos movimientos en medio de mi pierna derecha, seguidos por un tercero que fue diferente que los otros, bajando por mi pierna, y saliendo por mi pie descalzo dando una sensación de descanso. Sabía, sin lugar a dudas que las fuerzas de maldad habían salido de mi vida. Creo que los tres movimientos representaron la salida del “nido de espíritus”; los tres fueron esquizofrenia, religiosidad y suicidio.
Casi salté al techo de la felicidad cuando me di cuenta que Dios había ganado la batalla en mi vida. Luego pensé llamar a Tina para contarle la buena noticia, pero al intentar tomar el teléfono sentí que el Espíritu Santo me detuvo. Volví a sentarme en el sofá. Me puse las manos en tres lugares sobre mi cabeza y oré: “Señor yo creo que Tú me has ayudado a sacar fuera esos demonios de mi vida. Ahora Señor, sana lo que ha sido como un nudo en mi mente durante todos estos años”.
Mientras todavía hablaba con Dios, Él soltó un poder sanador tipo “láser” a través del centro de mi cabeza. Fue exactamente como la promesa en Isaías 65:24 “Y antes que clamen responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”.
En ese día particular, Él respondió con la velocidad de la luz. No sentí el impacto del poder de la sanidad tanto por los lados de mi cabeza. Los rayos de poder cortaron a través de la mitad y yo sentí en menos de un segundo como el poder fluía desde encima de mi cabeza hasta la frente y atravesó hasta la base de la nuca. Fue Dios dando al blanco en el área donde yo necesitaba Su poder sanador.
Escuché unos años más adelante, una explicación de los eventos dramáticos que cambiaron mi vida esa tarde. En una predicación por casete llamada “La Sustancia de la Oración”, que trataba el tema de soltar el poder de la oración, Dutch Sheets de Colorado Springs menciona que para que algunas oraciones sean contestadas, se necesita que suficiente poder sea soltado para “poder hacer el trabajo”. Él dice que entre más difícil la situación más persistente tiene que ser la oración. Él dice que Dios a veces contesta inmediatamente pero atrás necesitan “mas oración de los santos de Dios” para llenar los incensarios de oro de los cuales Dios envía las respuestas.
En un momento determinado, dice Sheets, cuando el incensario ha sido llenado con suficiente oración, Dios ordena al ángel a arrojar el fuego del poder sanador de Dios a la tierra, así proporcionando la respuesta requerida (Apocalipsis 8:3-8). El momento decisivo para mí, llegó esa tarde cuando Dios intervino en la oración y el incensario llegó a su tope, dando la seguridad de libertad. Pero el fuego de sanidad llegó después de la liberación de los espíritus malignos.
Sabiendo que yo estaba no solamente libre sino también sano, corrí al teléfono para contar las buenas noticias a Tina. Aunque ella estaba cansada, pudo entrar a mi regocijo.
-¿Qué fue, pues? Me preguntó.
Yo le conté todos los detalles.
-¡Qué noticia tan maravillosa! Estoy tan emocionada por ti James. Dios por fin ha contestado nuestras oraciones. ¡Bendito sea Su Nombre!
Yo me sentí un poco triste que Tina no estuviera conmigo para ver el efecto inmediato de sanidad en mi rostro ahora resplandeciente y lleno de gozo. La venda que apretaba mi mente ya no estaba. En vez de mi rostro estar bajo la influencia de una mente paralizada por la profunda influencia de espíritus de las tinieblas, éste ya rebosaba del gozo por causa de mi libertad interior. Le dije a Tina:
-No aguanto el deseo de verte el sábado. Tú conocerás un hombre nuevo. ¡Estoy diferente!
La mañana siguiente fui a trabajar en Sheffield ya con otra actitud, como alguien que acababa de salir de una cárcel, dejando sus cadenas dentro de la celda. Mi gozo interior y fuerza me permitieron trabajar con más facilidad. Ya no había temor porque Dios lo había quebrantado en todas sus formas. Ya sabía que había poder en mi vida a través del conocimiento pleno que Jesús había muerto por mí. La autoridad que tenía en Él, me hizo sentir como si estuviera a tres metros de altura.
Me acompañó toda la semana el anhelo de viajar a Halesowen para ver a Tina. La llamaba todas las noches para contarle como me iba:
-Es tan maravilloso. Ya no me siento cansado al llegar del trabajo; Ya no tengo que subir las escalas a descansar o dormir como antes. La sanidad me ha traído una nueva fuerza a mi vida y estoy viviendo una nueva vida.
Los beneficios y efectos de la liberación fueron inmediatos e inmensos. No solamente fue puesta en libertad mi mente, sino también mis emociones. La “camisa de fuerza”demoniaca que había estado alrededor de mi cuerpo, cayó. No sentí ninguna restricción para hacer cosas como la jardinería; antes pensar en estas cosas me cansaba más que el hacerlas. Ya no necesitaba conseguir a alguien para organizar mi pequeño jardín. Mis amigos se habían burlado de mí porque me había tocado conseguir a alguien para hacer ese trabajo. Pero no había sido capaz de cavar por falta de fuerza física. Para mí fue más fácil conseguir a alguien que lo hiciera mientras yo escribía artículos para la revista “Nueva Vida” y después, de mis ganancias, yo le pagaba por su tiempo y esfuerzo.
Cual no sería mi sorpresa que empecé a interesarme en organizar mi casa y aumenté grandemente mi productividad y el entusiasmo. Mi placer por la vida natural de lo cual yo había sido privado durante tanto tiempo, volvió. La ilusión de no poder disfrutar placeres legítimos se fue. Me sentí capaz de sentarme en el sol sin sombrero y disfrutar el calor encima de mi cabeza durante mi tiempo de almuerzo. Ahora lo hacía sentado en el prado cerca del paradero de buses en Pond Street, Sheffield. Alababa al Señor y hablaba en lenguas.
La libertad que Jesús había traído a mi vida fue evidente a todo el mundo. Mis hijos la vieron y pudieron volver a tener padre. Mis compañeros vieron un rostro cambiado, sin tanto cansancio y pesadez alrededor de los ojos. Era una frescura y libertad que antes no se había visto. Mis amigos cristianos también vieron lo que Dios había hecho, aunque muchos no se interesaban en preguntar como había ocurrido, posiblemente por falta de entendimiento acerca de la influencia demoníaca en mi vida.
Yo estaba tan ansioso de verme con Tina el primer sábado, que fui a la estación del ferrocarril de Chesterfield y tomé el primer tren. Mientras esperaba la conexión para Birmingham, en la estación de Derby, entré en una cabina fotográfica a las 6:30 a.m. y mandé tomar unas cuatro fotos como una alegre evidencia para mí y para otros, de la diferencia que la sanidad había producido en mi rostro.
Al llegar a la casa de Tina, la envolví en mis brazos y me rebosaba de gozo por lo que Dios había hecho en mi vida.
-Ciertamente se ve tan diferente. Veo inmediatamente que algo ha pasado porque sus ojos parecen llenos de luz, no como antes,- dijo.
Ya nuestras reuniones fueron mucho más relajantes y disfrutábamos “bañarnos” en la nueva vida que Dios me había dado. Me preguntaba si debía ir a la cita de consejería y sanidad, ya que había sido liberado, pero decidí ir aunque no sabía que esperar.
Unas semanas antes de la cita me di cuenta que yo no me había desarrollado como persona en una forma natural durante 26 años de mi vida.
No solamente existían áreas en mi vida que el enemigo había tomado y que necesitaban ser retomadas, sino que tenía que volver a orientarme en cuanto al ritmo normal de la vida. Más adelante descubrí que esto iba a tomar mucho tiempo; llegué a entender que aunque habían salido los demonios, los patrones de pensamientos que ellos habían establecido en mi vida tenían que ser quebrantados totalmente. Entonces continué orando, esperando en Dios, meditando, y haciendo todo lo que había hecho antes de ser liberado, para fortalecer mi vida.
Todavía seguía levantándome a las 5:00 a.m. aún en la primera mañana en el Centro de Consejería. Baje las escalas para buscar un café y luego me pregunté: -¿Por qué estoy levantado tan temprano?
Me di cuenta que ya era hora de relajarme y disfrutar mi nueva libertad. Entonces volví a la cama para disfrutar más descanso y el extra placer de sentir a las ocho que el sol brillaba en mi cara por la ventana ya abierta. Era un tiempo de paz, y tranquilidad maravillosa.
Al llegar el tiempo de consejería de dos días, encontré mucha ayuda y fue muy interesante. Los dos consejeros lograron llevarme a una libertad más profunda. Aunque aceptaban mi testimonio de sanidad y liberación, se habían dado cuenta por mi carta cuan fuerte había sido el espíritu religioso. Yo colaboré con ellos todo lo que pude tanto en conversación como en oración, viendo que su deseo de ayudarme era evidente.
Durante los próximos ocho meses gradualmente me volví más y más fuerte. Ya que estuve libre, empecé a presionar a Tina a que nos comprometiéramos pero ella no tenía ningún afán.
-Yo sé que el Señor ha hecho algo maravilloso en ti, pero por favor dame más tiempo antes de que decidamos seguir adelante, dijo ella.
Cuando yo estaba ausente, ella oraba mucho y buscaba la voluntad del Señor en cuanto al matrimonio. Yo me afanaba para comprometernos y poner fecha al gran día, pero también me alegraba que ella tomara las cosas despacio, porque me daba más tiempo para seguir el proceso de restauración y recuperación.
Ella misma necesitaba espacio y quería evitar presión. Tenía un problema en el abdomen y el diafragma. Su involucramiento conmigo emocionalmente junto con su rol de ministro de liberación habían acabado con sus fuerzas. Estuve de acuerdo con su decisión que hasta que mejorara en su salud, las visitas a Chesterfield serían menos frecuentes.
Sin embargo, como se dice, todo le llega al que espera. Así fue para mí en los primeros meses de 1991, cuando parecía ser que mi visión de Tina vestida de novia iba a ser una realidad. Decidimos anunciar nuestro compromiso para abril. En el fondo de mi corazón yo siempre sabía que no demoraría ese momento. | | | | |